Pesar causó la noticia del fallecimiento de Sean Connery a finales de octubre. El actor ganador del Oscar y conocido mundialmente por encarnar a James Bonds, murió a los 90 años convertido en uno de los actores más grandes de Hollywood.
Su esposa por 45 años, Micheline Roquebrune, reveló que Connery padecía demencia en los últimos años de su vida. "La enfermedad tuvo sus efectos negativos sobre él. Ya no era vida para él. No era capaz de expresarse últimamente", reveló la mujer.
"Se fue en paz. Al menos murió mientras dormía, fue muy tranquilo. Yo estaba con él todo el tiempo y él, simplemente, escapó. Era lo que él quería", comentó.
En una reciente entrevista, la pintora francesa reveló el último deseo del actor, el cual lamentablemente debió ser aplazado a causa del coronavirus.
"Vamos a llevar a Sean de regreso a Escocia, ese era su deseo final", dijo. Y agregó: "Él quería que sus cenizas sean esparcidas en las Bahamas y en su tierra natal", señaló al diario Scottish Mail. "En cuanto se pueda y sea seguro volver a viajar, la intención de la familia es regresar a Escocia con él", señaló según recoge El Mundo.
"Nos gustaría organizar un servicio en su memoria allá, al menos ese es nuestro deseo. Pero no podemos asegurar cuándo pasará esto", agregó.
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