Con un registro de 1:18:55, Daniel Pintado , le dio el mejor de los amaneceres al deporte ecuatoriano, al adjudicarse la medalla de oro en marcha atlética masculina , de los 20 kilómetros de los Juegos Olímpicos Paris 2024 . A sus 29 años , el deportista nacido en Cuenca se convirtió en el segundo marchista nacional en obtener la presea dorada después de Jefferson Pérez, que se coronó en Atlanta 1996 .
«Es una locura esto , lo pensaba en mi mente, que el Ecuador se levante y sea tendencia, que todo el mundo sepa de mí. Mis hijos cómo asimilarán que su papá es campeón olímpico (…) sacrifiqué mucho, estuve cinco meses fuera del país, sin ver a mis hijos, fue muy duro estar lejos de mi familia, pero a la final esta alegría va para mi familia y para los 18 millones de ecuatorianos, que se atrevan a soñar, porque esto es posible «, manifestó Pintado al traspasar la meta.
La hazaña de Brian Daniel Pintado, convierte a Ecuador en un país potencia en marcha atlética masculina y engrandeció el historial medallero de la Tricolor, que ya suma seis hasta la fecha, registro que podría aumentar en lo que resta de Paris 2024.
Los logros de Tamara Salazar, plata en Tokio 2020, Neisi Dajomes, oro en Tokio 2020, Richard Carapaz, oro en Tokio 2020 y Jefferson Pérez, oro en Atlanta 1996 y plata en Pekin 2008, son los antecedentes sobre los que el Daniel Pintado, reposa este histórico logro en los Juegos Olímpicos Paris 2024.
Con la alegría a flor de piel, Fausto Pintado, padre de Daniel Pintado, relató cómo la familia vivió el histórico momento en el que el marchista cruzó la meta de Paris 2024. «La tercera es la vencida. (…) nosotros gritamos mucho (…) gracias al Ecuador, a todos los que le apoyaron, sin el apoyo del Ministerio de Deportes, esto no hubiese sido posible», señaló muy emocionado.
Otro emotivo momento lo protagonizaron los hijos de Daniel, quienes llorando por lo que significaba el logro, no dejaron de alentar a su padre cuando este se acercaba a la meta. En un video compartido en redes sociales se puede escuchar a Nico, el mayor de sus pequeños, animarlo diciendo «Vamos papi, tú puedes… vamos».