La Selección de Bélgica pisó fuerte en Colonia este martes y le ganó un amistoso a Alemania en el Estadio Rhein Energie por 3-2. Los goles de los visitantes los convirtieron Yannick Carrasco, Romelu Lukaku y Kevin De Bruyne, quien además firmó las primeras dos asistencias.
El conjunto belga llegó a este partido entonado tras vencer en su debut de los clasificatorios europeos a Suecia, como visitante, por 3-0, y extendió su buen momento con un arranque espectacular ante los Teutones.
Los dirigidos por Domenico Tedesco, quienes no pasaron la fase de grupos en el Mundial 2022, lo que generó la salida de Roberto Martínez, convirtieron dos goles en los primeros ocho minutos de juego.
A los 6´, Kevin De Bruyne recibió en la mitad de la cancha y agarró mal parado a la defensa alemana. El de Manchester City asistió y Carrasco hizo todo lo demás: corrió cincuenta metros, enganchó para el medio y definió arriba para el 1-0.
Pero no terminó ahí el aluvión ofensivo de los Diablos Rojos, ya que a los ocho fue el turno de Lukaku de convertir, con una definición de zurda cruzada tras otro gran pase de Kevin de Bruyne.
Alemania, que tampoco alcanzó fases decisivas en Catar y no juega los clasificatorios europeos por estar clasificada como anfitrión, fue de menos a más en Colonia y después de un arranque lento comenzó a apoderarse de las acciones del partido. Vale recordar que lo de Hansi Flick vencieron a Perú por 2-0 el pasado sábado en otro amistoso.
A los 44, la Mannschaft llegó al descuento a través de su delantero, Niclas Füllkrug, quien convirtió de penal tras una mano dentro del área de Lukaku.
Los germanos acecharon el arco defendido por Koen Casteels (Courtois estuvo ausente por lesión) en el inicio de complemento, pero la mayoría de sus remates no encontraron dirección.
En cambio, Bélgica tuvo solo una en el complemento, de contra, y no perdonó: tras una recuperación en la mitad de cancha, Leandro Trossard asistió y Kevin De Bruyne la terminó mandando al fondo de la red.
Sobre el final, el dueño de casa consiguió el descuento a través de Serge Gnabry, aunque no le alcanzó.
Así, Bélgica se impuso ante Alemania por primera vez desde 1954 y, de paso, le regaló el segundo triunfo consecutivo a su nuevo técnico. Los germanos, por su parte, se quedaron con las ganas de regalarle un triunfo a su público.
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