Mauricio Pochettino confía en conservar el respaldo de los propietarios del Chelsea, pero admitió que su futuro no está en sus manos después de que la derrota en la final de la Carabao Cup aumentara las críticas sobre su trabajo al mando de los Blues.
El técnico argentino, muy cuestionado por la derrota en la prórroga ante el Liverpool (1-0), aseguró que mantuvo conversaciones con los copropietarios del club, Todd Boehly y Behdad Eghbali, y que le dieron su apoyo.
La derrota en Wembley desató nuevas críticas contra Pochettino y su costosa plantilla al no poder superar a un rival inexperto al que le faltaban muchas estrellas. El Chelsea, que ocupa el undécimo puesto de la Premier League y está más cerca de la zona de descenso que de los cuatro primeros, vuelve a la acción el miércoles por la noche en casa ante el Leeds, de la Championship, en la quinta ronda de la Copa de Inglaterra.
"Saludé a los propietarios cuando los vi en el estadio y después (de la final) me encontré con Behdad y estuvimos hablando", dijo el técnico de los Blues, que ha perdido al delantero Christopher Nkunku por otra lesión.
"Estuvimos compartiendo nuestras opiniones sobre el partido y la oportunidad que perdimos de ganar un trofeo, porque creo que jugamos muy bien durante los 90 minutos. Creamos las mejores ocasiones, no fuimos lo bastante certeros, pero eso es lo que ha ocurrido desde el principio de la temporada", analizó el entrenador.
"Ellos (los propietarios) mostraron su apoyo y después del partido, Todd envió un bonito mensaje". A la pregunta de si le darían tiempo para enderezar el rumbo, Pochettino respondió: "No está en mis manos. Tenemos muy buena relación con los propietarios, con el director deportivo. Depende de ellos confiar o no. No es una decisión del entrenador", cerró.
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