Bayern Munich tendrá que remontar en casa su serie de octavos de final de la Champions League frente a Lazio, para evitar que su temporada quede completamente hecha trizas. Luego de la caída por 1-0 en la capital italiana, el conjunto bávaro saldrá jugará con la necesidad de revertir el marcador y mantenerse con vida en la competición continental.
La posición de Thomas Tuchel está juzgada, ya que se definió su salida para el final de la campaña 2023/24. De todas maneras, en las últimas horas se abrió el interrogante acerca de una partida antes de la fecha establecida en caso de que los resultados continúen siendo adversos.
Eliminado de la Copa de Alemania de manera prematura y con escasas chances de repetir en la Bundesliga después de que el sólido e invicto Bayer Leverkusen se le alejara a 10 puntos en la cima, con 30 unidades por jugar, el coloso bávaro buscará que estos últimos meses de calendario sean decorosos.
Este lunes, en la conferencia de prensa previa, el técnico alemán descartó que tenga pensado adelantar su marcha. "Al menos no de mi parte", señaló el ex PSG y Chelsea tras la afirmación de la prensa alemana sobre el "partido final" que puede disputar contra Lazio.
Con calma pese a los rumores. "No sé lo que piensan los demás en el club, pero pueden estar seguros de que nadie tiene más ambiciones que yo de ganar el partido mañana".
Sus características de luchador. "Para mí es muy importante ganar. Soy un mal perdedor y lidio mal con esto a nivel personal. Todo es una lección para un entrenador, aún cuando en este momento y en las últimas semanas fue difícil ver los aspectos positivos de esta profesión".
No se rinde. "Daré el 100 % y más, hasta el último partido con el Bayern para que tengamos el mejor resultado posible. Las cosas son difíciles, pero están ahí para mejorar. Es lo que me exijo a mí mismo".
Cómo enfrentar a los de Maurizio Sarri. "Necesitamos un rendimiento sobresaliente, jugar más agresivos y con convicción".
Foto: Matthias Schrader/AP